El ABC de la delincuencia

13.06.2013 17:57

La delincuencia social es una expresión de múltiples causas.

 

Escrito por: JOSÉ MIGUEL GÓMEZ.


Me apena tener que escuchar que la delincuencia social es el producto de antisociales o desaprensivos que les gusta lo fácil: vagancia, placer, droga, dinero, sexo, juego etc. Esa es la visión reduccionista para responder a las consecuencias, y no a las causas que originan el problema. La delincuencia social es una expresión de múltiples causas psicosociales y socio-económicas que se han acumulado en una población excluida del desarrollo social: educación, salud, vivienda, alimentación, valores, familia sana, proyecto de vida saludable, sentido de pertenencia social, e identidad psicosocial asumida.

Esos grupos vulnerables -los NINI- que ni trabajan ni estudian, pero crecen y viven dentro de la inequidad social, van acumulando actitudes emocionales negativas: frustración, rabia e ira social, resentimiento social, pobre identidad, ausencia de vínculos y de sentido de pertenencia, odio y de desesperanza aprendida. Esa delincuencia no organizada se estructura en la marginalidad, debido a la falta de cohesión social, que se produce en una pobreza material y espiritual, preñada de desapego, de carencia existencial, de baja auto-estima y de la búsqueda insociable por la validación social, el reconocimiento y la legitimización de los grupos de pares.

Esas conductas de trasgresión a las normas sociales: robo, asalto, tumbe, secuestro; unido a dinero, sexo, drogas, armas, forman parte del aprendizaje de subsistencia de una población que práctica la sobre vivencia de la pobreza estructural. La otra delincuencia, la organizada por bandas de mafiosos, que organizan la drogas, el mercado ilícito de armas, el lavado de dinero, la explotación de mujeres, la corrupción organizada, etcétera, son los más peligrosos; pero a la vez, son los menos vulnerables, y los que menos penalización reciben por los delitos que reproducen. El fracaso de Barrio Seguro, y de otras respuestas a la inseguridad que genera la delincuencia, son respuestas de S.O.S. que se ponen en práctica para calmar una sociedad que se muestra impotente, frustrada, paranoica, miedosa, depresiva y en pánico, que no sabe qué más hacer: policías privados, puertas eléctrica, armas de fuego, par de perros, alarmas, no salir en las noches, entregarse a Dios, entre otros cosas. Como pueden reflexionar, a la delincuencia hay que entrarle, resolviendo las causas y no las consecuencias.

Ahora no se trata de estigmatizar a los excluidos sociales de delincuentes, ni exonerar de culpa a los grupos que transgreden, debido a que se estimula el sistema de no consecuencia, y se reproducen conductas disfuncionales. Así como también los sistemas de crianza influyen en las patologías de niños y adolescentes. De lo que se trata ahora es elegir las políticas públicas que respondan a unas causas, y unas respuestas institucionales del Estado que prevengan y estimulen hacer lo correcto.